Me encuentro hecha un
lío... Me invaden el pensamiento una cantidad de sentimientos contradictorios
que tengo que contaros, a ver si así, y según vaya sacando a la luz mi
"sin vivir", me aclaro y llego a una conclusión que calme mis
intranquilidades.
Si me habéis leído antes, conoceréis -y si no os pongo al día en un momento- que tuve el atrevimiento de recomendar a la mamá de mi familia que hiciera el favor de hacerse con un manual de ayuda al entendimiento y conocimiento en lo que a materia canina se refiere para que pudiéramos salir a la calle sin la ansiedad que venía acompañando nuestros paseos. Ahora resulta que la que tiene ansiedad ¡soy yo! pues no ha ampliado su biblioteca con un libro, noooo, por lo menos seis tiene ya en su poder y todos en la mesita de noche esperando a ser leídos.
Las madres tienen una
capacidad asombrosa para este tipo de eventualidades y aprovechan la mínima
oportunidad para darle la vuelta a los asuntos y salir airosas de cualquier
tema que se refiera a educación y/o adiestramiento, dependiendo de en quién
fijen su foco de atención.
Me da en el olfato que va a empezar a implantar una serie de normas y planes de acción que por lo visto funcionan y regulan la relación humano-can para hacer de mí un cachorro adorable y a su vez, pueda llegar a convertirme en un perro adulto y feliz. Llevo unos días escuchando cómo hablan sobre el asunto y la verdad es que, siendo necesario seguramente para mi educación, a mí me deja pocas posibilidades de hacer lo que me venga bien.
Mira que me gusta jugar
y morderlo todo, a veces tengo que controlarme. Lo voy consiguiendo. Me
encantan los olores que llegan de la cocina (sin entrar en detalles y
comparaciones con mis ricas bolitas de pienso), me encanta el césped, los
geranios, las babosas... ¿Qué habrán hecho para no llegar a ser caracol? y
tengo debilidad por las hormigas. Tremenda especie ésta también, trepan, se
esconden por mis pelos y algunas se atreven a picarme, recuerdo aún a la última
que me picó en la lengua. Digo todo lo anterior porque a todo esto me han dicho
¡NO! muchas... muchas... muchas veces. Y, ¡Ya lo tengo! tengo que seguir
intentándolo cuando el NO ande despistado, en caso contrario, siempre hay
alguien que se queda vigilando y frustra mis intentos cazadores. He de añadir
que cuando lo hago bien me premian y me hacen unas fiestas dignas de
cinemascope y palomitas. Mi "personal trainer" Quique, ya me ha
enseñado algunas secuencias; Sienta-Espera-Ven, Sienta-Tumba, Tumba-Ven, mi
nombre hace tiempo que lo conozco por sobre-repetición y otra frase que me
encanta oir es: ¡Sam toma! Algo bueno me espera detrás de eso.
Ya podéis leer que estoy dejando el asunto de mi educación me he ido por los Cerros de Úbeda. Puede parecer que no quiero enfrentarme a la situación. Nada de eso. Sé que todo será por mi bien. Hay estadísticas que ponen los pelos de punta en lo que al futuro de los cachorros nacidos se refiere. Lamentablemente, hay que tener suerte desde que uno nace. Muchos cachorros no llegan a cumplir los dos años, y caen sin batallarlo gravemente enfermos por la falta de cariño y no respeto de sus familiar de adopción. No saben qué hacer con ellos cuando su comportamiento se vuelve absolutamente impredecible y sin hacerse cargo de su parte de responsabilidad los abandonan o entregan en perreras, a la espera, de que alguien con mejor corazón pueda enmendar una socialización perdida de forma casi irrecuperable.
Desde este rincón
animo a toda mi familia de adopción a que lea todos esos libros tan
beneficiosos y a que se hagan cargo de mi educación. No puedo olvidarme de dar
las gracias por el trabajo que ya habían hecho mis criadores, Jesús, Patricia y
sus hijos (familia con quien convive mi madre), en el proceso de socialización
desde mi nacimiento, junto con mis hermanos. Ellos me dieron todo su cariño en
los primeros meses y esa dedicación ha contribuido a un mejor proceso de
adaptación con mi familia de adopción.
Mi felicidad, por tanto, depende de que todos hagamos un esfuerzo, ya que, el mejor de los cachorros en potencia puede ver cómo su vida se arruina si no cuenta con unos pilares básicos que sostengan su educación. Yo voy a poner lo mejor de mí, espero que vosotros también lo hagáis.
Mi futuro depende de vosotros...
Genial semblanza de la pequeña SAM. Me he convertido en fan de sus reflexiones perrunas, jeje. Enhorabuena por la calidad y buena factura de los post. :-))
ResponderEliminar¡Muchas gracias! Me alegro muchísimo.
ResponderEliminarEspero tener muchas aventuras que contaros y que me veáis crecer feliz.
La de la ansiedad sigue con las orejas tiesas cuando me saca a pasear... ni se te ocurra decirle que te lo he contado.
Un abrazo.
Claro que sí, que los papis adoptivos sepan todo acerca de los cuidados y mimos de sus perritos. Tierna narración querida Alicia. Un beso.
ResponderEliminarGracias por tu comentario, Mila.
EliminarMe alegra mucho leerte en el blog de Sam y mucho más que te haya gustado el post.
Un abrazo enorme, amiga.
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